martes, 14 de junio de 2016

CREACIÓN DE MUSCULOS ARTIFICIALES:
La creación de músculos artificiales está un pasito más cerca, pero no hablamos sólo de músculos artificiales que imiten exactamente a los músculos humanos, sino que además los superaran con creces.
El avance ha sido realizado por científicos de la Universidad de Texas, y serán capaces de expandirse y contraerse hasta en un 220% en cuestión de milisegundos con tan solo aplicarle un simple voltaje, son más fuertes que el acero y más duros que el diamante.
Como no podía ser de otra forma, esto se logra gracias a la nanotecnología, concretamente millones de nano-fibras trenzadas unas con otras creando así un material flexible y a la vez extremadamente fuerte y resistente. También será ligero, con apenas 1.5 miligramos del material es suficiente para cubrir un área de 30 metros cuadrados. Dada su altísima resistencia a la temperatura (pueden operar desde los -196°C hasta los 1538°C), podrán ser utilizados en operaciones extremas terrestres pero también en futuras 
operaciones espaciales.






ADN:
El ADN es el ácido desoxirribonucleico responsable de contener toda la información genética de un individuo o ser vivo, información que es única e irrepetible en cada ser ya que la combinación de elementos se construye de manera única.
Este ácido contiene, además, los datos genéticos que serán hereditarios, o sea que se transmitirán de una persona a otra, de generación en generación, por lo cual su análisis y comprensión resulta ser de gran importancia para realizar cualquier tipo de investigación científica o aventurar una hipótesis que verse sobre la identidad o sobre las características de un individuo. Este ácido contiene, además, los datos genéticos que serán hereditarios, o sea que se transmitirán de una persona a otra, de generación en generación, por lo cual su análisis y comprensión resulta ser de gran importancia para realizar cualquier tipo de investigación científica o aventurar una hipótesis que verse sobre la identidad o sobre las características de un individuo.Hasta mediados del siglo 20 no se sospechaba que el ácido disoxirribonucleico, ADN, fuera la molécula capaz de asegurar la transmisión de los caracteres hereditarios de célula a célula, generación tras generación. Su limitada variedad química no permitía suponer que poseyera la versatilidad y ductilidad necesarias para almacenar la información genética de los seres vivos.




En 1869 un biólogo suizo Johann Friedrich Miesscher, utilizo primero alcohol caliente y luego una pepsina enzimatica, que separa la membrana celular y el citoplasma de la célula, el científico quería aislar el núcleo celular, concretamente en los núcleos de las células del pus obtenidas de los vendajes quirúrgicos desechados y en la esperma del salmón, sometió a este material a una fuerza centrifuga para aislar a los núcleos del resto y luego sometió solo a los núcleos a un análisis químico.
De esta manera Miescher identifico a un nuevo grupo de substancias celulares a las que denomino nucleínas, observo la presencia de fósforo, luego Richard Altmann las identifico como ácidos y les dio el nombre de ácidos nucleicos.
Robert Feulgen, en 1914, describió un método para revelar por tinción el ADN, basado en el colorante fucsina. Se encontró, utilizando este método, la presencia de ADN en el núcleo de todas las células eucariotas, específicamente en los cromosomas.
Durante los años 20, el bioquímico P.A. Levene analizo los componentes del ADN, los ácidos nucleicos y encontró que contenía cuatro bases nitrogenadas: citosina y timina (pirimidinas), adenina y guanina (purinas); el azúcar desoxirribosa; y un grupo fosfato. También demostró que se encontraban unidas en el orden fosfato-azúcar-base, formando lo que denomino un nucleótido. Levene también sugirió que los nucleótidos se encontraban unidos por los fosfatos formando el ADN. Sin embargo, Levene pensó que se trataban de cadenas cortas y que las bases se repetían en un orden determinado.




RAYOS X:
La noción de rayos X, en este sentido, se refiere a las ondas de tipo electromagnético que son emitidas por los electrones internos de un átomo. Por sus características, los rayos X están en condiciones de atravesar diferentes cuerpos y de lograr una impresión fotográfica.
El término concreto de rayos X se atribuye como creación al físico alemán Wilhem Conrad Rontgen se considera que  el descubrió cómo ciertos rayos eran capaces, dentro de los tubos de vacío, de atravesar ciertas barreras sólidas y, ante el desconocimiento que sobre los mismos tenía acerca de su naturaleza o la manera en la que se producían, tomó la determinación de llamarlos rayos X.
Los rayos X cuentan con una energía capaz de ionizar los átomos de la materia, algo que permite que sean utilizados con diferentes fines. El uso más habitual se encuentra en el campo de la medicina para obtener imágenes internas del cuerpo humano.
Cuando un haz de electrones de gran energía impacta contra un blanco metálico, la radiación electromagnética de la carga genera los rayos X. Existen, de todos modos, diversos métodos para obtener rayos X a partir de diferentes tipos de radiación.
Tradicionalmente se emplearon películas fotográficas para captar y registrar los rayos X. En la actualidad, sin embargo, la tecnología permite que la imagen generada por los rayos X pueda visualizarse de manera directa en una computadora, generando información digital.





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